Adoro
Benefit. Tal cual, cada producto que he probado me ha parecido simplemente sensacional. Es caro sí, y si se compra fuera de Estados Unidos todavía más, pero sus productos cuestan cada céntimo, no solo porque la marca ofrece una calidad increíble (ayer llegué a casa a las 10 de la noche con el
Cha Cha Tint -os hablé de él
aquí- intacto en mis mejillas desde que me lo había puesto a las 2 de la tarde), sino que además vende facilidad de uso, muchos de sus productos están diseñados para que se puedan aplicar con absoluta sencillez incluso aquellas que no somos muy hábiles en lo que a la aplicación de maquillaje se refiere. Y luego está ese packaging tan rompedor, ese diseño que incluye también comodidad, buen rollo y nombres absolutamente divertidos. Yo casi prefiero no acercarme a los
stands de la marca porque mi wishlist crece y crece: el otro día me acerqué a uno de sus
corners en El Corte Inglés para recoger una minitalla de
The POREfessional y me ofrecieron retocarme el maquillaje. Tres productos me enseñaron, tres productos quiero: el nuevo
delineador They'r real! Push-up liner, negro, mate, sirve para la línea del agua y no se mueve en horas; el
colorete Majorette, en crema, en un tono a medio camino entre el rosa y el melocotón, que transforma un rostro triste en una buena cara al instante, y con un envase simplemente divino; y una
bruma hidratante de cuerpo y ¡cabello! que se llama
Bathina "just confess, you're obsessed".
El que os traigo hoy es para las cejas, y va a ir acompañado de una que otra confesión.
Gimme Brow llegó a mis manos por aquella promo de suscripción a ya no sé qué revista, y os confieso que fue el producto que menos me llamó la atención de cuantos recibí, y el que más me ha sorprendido.