Una mascarilla fresca que se llama Rodolfo. De Lush claro.

¡No os perdáis mi sorteo!

Muy buenos días queridas artistas. ¿Cómo os habéis levantado hoy? Espero que haciendo muchos planes para este puente; yo por mi parte me quedo en Madrid, escribiendo en mi blog, estudiando arte (a ver si arranco) y haciendo un poco de vida social con quien se quede en la ciudad.

Ayer por la tarde os hablé de mi experiencia de la Crema Americana de Lush, y os decía que hoy os hablaría de otro producto de la marca de Edición Limitada. Las que me seguís en Instagram y visteis mis compras del sábado os podréis haber imaginado que se trataba de la mascarilla facial fresca Rodolfo. Esta mascarilla la recibí de regalo con mi compra por llevar 5 botes negros de Lush limpios, una iniciativa perfecta que lleva a cabo la firma para reciclar, muy acorde con sus política de empresa dentro de la que entra no experimentar con animales o utilizar cuantos productos naturales y de procedencia ecológica les sea posible. ¡Y encima lo hacen bien! Pero hablemos de Rodolfo.

Mascarilla facial Rodolfo, Champú Sólido Como Nuevo y Acondicionador Crema Americana.

Para quienes no conozcáis las mascarillas frescas de Lush, están hechas con un montón de ingredientes naturales y frescos, tan frescos que las mascarilla se tiene que guardar en el frigorífico. Por decir algo negativo, es que al ser frescas son productos que no duran mucho, en torno a un mes es lo que marcan su pegatina de fecha de caducidad, pero los botes no son muy grandes así que utilizando la mascarilla una vez por semana se utiliza entera sin problema.

Rodolfo es uno de los productos de Edición Limitada que en Navidades lanza Lush. Yo le suelo ser fiel a Miel por la cara (os hablé allá por los inicios de My Cosmetic Art) y siempre que llevo botes vacíos para reciclar es la que escojo, pero claro, le ponen la etiqueta de edición limitada y piensas 'a ver si me voy a quedar sin probarla', y chicas, es estupenda. Está pensada para los meses de frío, para calmar y nutrir bien la piel que sufre con las bajas temperaturas y las inclemencias de los tiempos invernales. Está hecha a base de pepino fresco (se ven los trocitos), avena y tofu. Pero además tiene lavanda, que tanto me gusta, para calmar la piel, reducir las rojeces producidas por el frio, y reequilibrar la piel. También contiene aloe vera, menta, extracto de musgo de Irlanda, té verde... (O_O) El resultado es una piel más relajada y con un aspecto fresco, comprobado en mi propia piel.

Huele a... bueno a mi me huele a pepino y a mi chico a lavanda, no nos ponemos de acuerdo, se aplica sobre el rostro una generosa capa, esta no es tan cubriente como otras, pero eso así, es igual de asquerosita, espesa y fría (recién sacada de la nevera...) La dejamos 10 minutillos en la cara y la retiramos con agua tibia. Et voila! piel perfecta, descansada, unificada... Una maravilla. ¡Por cierto! se supone que la mascarilla lleva un poquito de gelatina decorativa para ponerla en la nariz, pero la mia no la llevaba, pero me di cuenta al llegar a casa (¡me cachis!)

El precio de esta mascarilla es de 8,50 € y contiene 60 g de producto. No os la perdáis de verdad. Espero que paséis un puente de la Constitución estupendo, y para quienes queráis yo seguiré pasando por aquí a contaros cosas chulas.

MUCHAS GRACIAS A TODAS POR LEER Y POR TODOS VUESTROS COMENTARIOS.