Dark Angles, la limpiadora negra de Lush

Buenos días queridas artistas. ¿Cómo estáis? Yo tengo una semana completita así que disculpadme si me dejo caer poco por vuestros blogs esta semana, sabed que no obstante os echo de menos, pero esta semana tengo tres cenas, una sesión de fotos y que entregar un trabajo el domingo, y entre tanto por supuesto seguir con My Cosmetic Art (que es siempre un placer contaros cositas) estudiar, y arreglar el Sorteo de Navidad de The Body Shop, que finaliza pasado mañana y se resolverá el domingo (apuntaos, que estáis a tiempo). Así que si esta semana no me organizo en condiciones voy a hacer definitivamente 'catapum'.

Por otro lado ayer fui malísima. Pasé por Lush a por un regalo y de paso me hice otro para mi: el exfoliante Ocean Salt, que me habéis preguntado ya alguna por él, así que supongo que pronto os contaré mi experiencia con él. Tengo pendiente en mi cabeza desde hace tiempo hablaros de algunos de sus limpiadores faciales; tenía pensado hacer una mega-entrada con todos pero como nunca me decido a hacerla pues vamos a ir uno por uno, y vamos a empezar nada menos que con Dark Angels.

Ya de antemano os digo que iniciarse en Lush por las limpiadoras faciales no es buena idea, porque son unos productos curiosos, por llamarlos de alguna manera. Dark Angels en un primer momento da miedo, así directamente, porque es negro. No un poco negro, o ligeramente negro, no; es negro, negro, negro. Y claro, lo primero que se pregunta una es precisamente porqué es tan negro. Porque lleva carbón. ¡WHAT! Sí, está hecho a base de carbón en polvo, que absorbe la grasa que es un gusto, exfolia bien la piel (limpia y exfolia sí, 2 en 1 así que genial), y además mejora la circulación. Pero tiene más cosas: aceite de aguacate que nutre bien la piel, azúcar moreno, barro Rhassoul que ayuda a purificar y limpiar bien los poros, y aceite de sándalo para refrescar un poco todo el cocktel. No recuerdo muy bien el olor porque la probé hace meses, pero no era intenso ni desagradable. 

Como es decía las limpiadoras de Lush son un poco especiales por su formo de uso: se tiene que coger un trozo, como del tamaño de un garbanzo y mezclarlo bien con agua. Luego se aplica en el rostro y se masajea, y en ese momento ¡susto! toda la cara negra; creedme, la primera vez impresiona un poco, casi parece una mascarilla. Tras el masaje lo tenemos que aclarar, y como os podéis imaginar la bañera si lo usáis mientras os ducháis se queda hecha un cisco, negra, así que hay que acordarse de aclararla bien. 

El resultado es una piel suave y sin imperfecciones, y sobre todo, sin nada de grasa. Nada de nada, la absorbe por completo, así que pieles grasas no os la perdáis porque os encantará. Ojito las pieles sensibles, pueden usarla pero con moderación, porque es un pelín agresiva. Pero el resultado es genial.

Una pequeña desventaja para las pieles que no puedan utilizarla a menudo es que no podrán terminarla antes de que caduque, yo de hecho tuve que repartir un poco de la mía entre mis amigas (una de ellas, por cierto, que tiene la piel muy grasa quedó encantadísima). Pero esa es una buena solución, comprarla a medias, así además sale más barata. Su precio por cierto es de 8,95 € por 100 g (es la que yo tuve y no terminé) y 21,48 € la versión de 240 g. 

Y recordar que si guardáis 5 votes negros de Lush y los lleváis a una de sus tiendas os regalan una Mascarilla Fresca de esas asquerositas pero estupendísimas.

MUCHAS GRACIAS A TODAS POR LEER Y POR TODOS VUESTROS COMENTARIOS. UN BESAZO.