Buenos días queridas artistas. Hoy es Nochebuena, y lo primero que quiero hacer es desearos una velada estupenda, sea como sea: tradicional con la familia, o con los amigos, si habéis deseado saltárosla que os lo paséis bien, y si alguna tiene que trabajar mucho ánimo. Yo en breve partiré a tierras toledanas porque hoy toca con la familia de mi chico.
Pero no podía dejar de venir a contaros alguna cosita, lo que pasa es que hoy como es una noche especial, quería que fuera una entrada especial, os voy a contar una bonita historia. Muchas veces os he dejado caer que me dedico un poco a la fotografía. Bueno, no sé muy bien como llamarlo, no me da de comer aunque hago algún trabajillo mal pagado de vez en cuando. Pero lo que más me gusta es hacer mis propios proyectos; bueno nuestros, no trabajo sola. Hace ya tres años estudié Fotografía de Moda y Publicidad y, caprichos de la vida, congenié muy bien con tres chicas que curiosamente habían estudiado mi misma carrera en mi misma facultad y durante los mismos años que yo. Tras terminar los estudios comenzamos a trabajar juntas en nuestras propias editoriales y proyectos y descubrimos que lo hacíamos bien, incluso con el paso del tiempo sabíamos lo que unas y otras queríamos, a pesar de ser diferentes nos complementábamos perfectamente, éramos un mismo cerebro. Montábamos sesiones de arriba a abajo: estilismo, maquillaje, iluminación, elección de modelo, edición... de una misma sesión aparecían fotografías tan diferentes, con puntos de vista tan distintos... Tras tres años de trabajar juntas, unas veces con más actividad y otras con menos hemos evolucionado tanto que casi no nos lo creemos, y no sabemos a donde llegará lo nuestro, pero tenemos claro que, a pesar de que ahora ya solo somos tres, queremos tirar con esta cosa a la que llamamos
f Studio hacia delante, con nuestros escasos recursos pero con la imaginación por bandera.